sábado, 8 de agosto de 2009

Ara Malikian. Una cita ineludible.

Hace ahora algo más de dos años, de manera absolutamente fortuita y durante la retransmisión televisiva de la Gala de Presentación de la temporada teatral, me vi gratamente sorprendido por la increíble actuación de un endiablado cuarteto de cuerda en el cual, y sin desmerecer para nada el excelente nivel musical del resto de sus componentes, me llamó la atención la notable capacidad expresiva de su primer violín. Lamentablemente, y quizás por emitirse por la 2 en horario un tanto intempestivo, no resultó factible compartir la experiencia practicamente con nadie quedando así un tanto olvidada en mi memoria.
Sin embargo unos pocos meses después Gloria Broch, quien sin lugar a dudas para mí auna un excelente criterio musical con una extraordinaria intuición para detectar el talento artístico y humano, resultaría ser quien me ayudase
a resolver de manera definitiva la identidad del magnífico intérprete haciéndome llegar amablemente una copia del trabajo de uno de sus últimos descubrimientos musicales. Y es que en esta ocasión su hallazgo había sido nada más y nada menos que Ara Malikian, un violinista libanés de ascendencia armenia, concertino titular de la Orquesta Sinfónica de Madrid, quien a su vez, junto a Thomas Potiron, Eduardo Ortega y Gartxot Ortiz, resultaban ser precisamente el cuarteto de cuerda protagonista del montaje teatral "PaGagnini".
A partir de ese momento la experiencia emocional no tuvo precio pues
al escuchar aquellos discos, y en especial el álbum titulado "Meeting with a friend" , toda la virtuosidad llena de expresividad y frescura que ya pude intuir en el pequeño fragmento televisivo, se desplegaba ahora ante mí en todo su esplendor cautivándome más y más en cada uno de sus temas. Tanto fue así que, hoy por hoy os puedo asegurar que la farragosa tarea de preparar un proyecto de dirección para el C.E.I.P. La Marina que por aquel entonces tuve que afrontar en compañía de la inolvidable Victoria Hidalgo, se vio notablemente aliviada gracias a la notable inspiración que me proporcionaba la audición de las obras interpretadas por tal temperamental instrumentista.
Así pues, y a pesar de que hablar de agendas y citas en el calendario justamente ahora que acabamos de entrar en el mes vacacional por excelencia resulta francamente tedioso, os puedo asegurar que aquellos que realicen el esfuerzo de programar esta cita ineludible se verán ámpliamente recompensados. Por tanto, lápiz en mano y con vuestra mejor letra anotad
..... Domingo 23 de agosto a las 22:30 h en el Teatre Municipal de Benicàssim tendremos una nueva oportunidad de disfrutar de la excelente propuesta teatral de Ara Malikian y Yllana Teatre: "PaGAGnini" cuyo objetivo nos es otro sino el de acercar al público la música clásica, a través de la comicidad y la parodia, despojándola así de su seriedad y solemnidad habitual. ¡¡No os lo podéis perder!!
Mientras tanto, y para ir haciendo boca, os dejo este pequeño fragmento del espectáculo. Espero que lo disfrutéis.

lunes, 22 de junio de 2009

En buena compañía

Sin lugar a dudas el cúmulo de experiencias relacionadas con el trabajo en equipo que acumulamos los músicos a lo largo de nuestra carrera profesional nos brinda, desde bien temprana edad, innumerables ocasiones a través de las cuales llegar a constatar la importancia que juega el aprendizaje cooperativo en la adquisición de buena parte de las destrezas y habilidades que por lo general perseguimos durante nuestra formación,
Por ello no puedo por menos que considerarme plenamente afortunado al haber podido contar durante estos últimos diez o doce años con la entusiasta colaboración de un excelente grupo de compañeros que definitivamente han logrado ayudarme a mejorar buena parte de mi capacidad como docente.
Así pues: Juan Carlos, Fernando, Joan Carles, Carlos, Noelia, Angela y Vicent... grácias por todas y cada una de vuestras inestimables aportaciones, pero de manera especial, mi más sincero agradecimiento por haberme hecho sentir en todo momento en la mejor compañía.

sábado, 20 de junio de 2009

Todo un clásico: Siringa

Desde que a mediados de la decada de los 90 la editirorial valenciana Tandem Edicions lanzára la primera entrega de este magnífico método de flauta hasta la actualidad, podria afirmarse que ha llovido mucho en lo que a publicaciones didàcticas musicales se refiere. Sin embargo, el acertado equilibrio con el que las componentes del Seminario Syrinx diseñaron el proyecto, así como el excelente trabajo llevado a cabo en él por el compositor y arreglista Jesús Debón, le ha permitido mantener intactas practicamente la totalidad de sus cualidades educativas.
Siringa era, y continua siendo, una atractiva propuesta de repertorio para el estudio progresivo de la flauta dulce pensada para disfrutar con su ejecución. La perfecta secuenciación de contenidos y la correcta selección de las melodías garantiza un desarrollo progresivo de la técnica instrumental del alumno de Educación Primária.
Pero sin lugar a dudas la "joya de la corona" de este material es la calidad del CD de intrumentaciones que acompaña al texto propiamente dicho. Se trata de la recopilación
de unas cuantas composiciónes inéditas de Jesús Debón, que al igual que otros tantos arreglos suyos de temas populares, fueron grabados todos ellos por un nutrido grupo de fantásticos instrumentistas. Un despliegue artístico, que si bien desde el punto de vista editorial pudiese llegar a ser catalogado como auténtico "derroche de medios", paradójicamente lo ha convertido en auténtico lujo para los oidos logrando de este modo destacarlo de otros productos similares (de hecho, un par de años más tarde y enfocado más a la Enseñanza Secundaria, en la edición del Siringa 2 se hecha en falta la participación del mencionado elenco de intérpretes). Por último reseñar que todos y cada uno de los temas aparecen en dobles versiones: una incluyendo la pista de la melodía original y la otra sin ésta para ser utilizados como pequeñas orquestaciones.
En definitiva, y al menos desde mi humilde punto de vista, Siringa es un material didáctico que indudablemente resulta merecedor de la simbólica etiqueta de auténtico clásico en lo que a Educación Musical Primària se refiere. Aquí os dejo algunos fragmentos para que vayáis haciendo boca si es que aún no lo conocéis.



viernes, 19 de junio de 2009

"Flautas en acción"

Como tantos otros años, el curso toca a su fin y el verano se cuela por cada puerta y ventana de la escuela convidándonos a todos a marchar de vacaciones. De hecho acostumbra a hacerlo de forma tan contundente y descarada que resulta prácticamente imposible resistir su seductor reclamo.
Sin embargo para vosotros, mis alumnos , y muy especialmente para mí, aceptar esta sugerente invitación no estaba resultando igual de fácil que otros años. Al hacerlo todos eramos en parte conscientes de que el próximo curso ya no sería como tantos otros. Sí, es cierto que volveríamos a la escuela y entraríamos en clase, pero en esta ocasión lo haríamos en "coles" diferentes. En verdad os digo que esta inevitable realidad me entristecía notablemente pero, como en tantas otras ocasiones, habéis sido vosotros mismos quienes una vez más habéis conseguido animarme.
Durante toda esta semana os he acompañado a realizar nuestros habituales conciertos de final de curso.
Y allí, a la sombra de las bambalinas, me he dado cuenta de algo realmente importante. He comprendido que todo lo bueno y divertido que hemos compartido durante estos años estará siempre con nosotros pues ya forma parte inseparable de nosotros mismos. Juntos, con el esfuerzo del día a día hemos ido avanzando en el perfeccionamiento de un valioso y universal lenguaje: la música.
Por ello, y ahora que aparecéis ante mis ojos, ya no sólo como "antiguos" alumnos sino como compañeros de exploración del fabuloso mundo de la música quisiera ofreceros este espacio con el fin de compartir nuestras experiencias musicales.
Estoy convencido de que, con vuestra ayuda, este puede ser el principio de una nueva etapa en la que, como si de un movimiento revolucionario se tratase, la fuerza de las flautas en acción traspase las barreras de espacio y tiempo que intentan alzarse entre nosotros.
Así pues espero de vez en cuando vuestra visita y también vuestros comentarios a los contenidos que iré publicando.
Y para ir haciendo boca, al tiempo que hacer más llevadera la espera, aquí os dejo un rompecabezas sonoro que espero que seáis capaces de resolver con vuestro instrumento. Como pista os diré que es fruto de un agradable encuentro con el excelente compositor y arreglista Jesús Debón. Espero vuestras soluciones. ¡Que lo disfrutéis!


jueves, 11 de junio de 2009

Pasarán más de mil años....

Resulta cuando menos llamativa la curiosa atemporalidad de la que hacen gala algunas de las más sencillas histórias. Probablemente en este singular hecho radique la clave por la cual todas ellas pasan de ser elementales cuentos a convertirse en magníficos relatos. En las próximas líneas encontraréis un claro ejemplo de cuanto hasta ahora os he expuesto.
Personalmente, influido sin lugar a dudas por mis propias vivencias como músico, creo poder afirmar que con toda probabilidad
pasarán más de mil años antes de que los hechos aquí narrados no estén, de un modo u otro, de rabiosa actualidad. Al fin y al cabo..... ¿Quién a lo largo de su existéncia no se ha sentido alguna vez como un flautista en Hamelin?.
"Cuenta la leyenda que hace ya unos cuantos siglos la prospera villa de Hamelin se vio sorprendida por una terrible invasión de ratas. Tan numerosos y voraces eran los roedores que resultaban inútiles cuantas medidas de control tomaban sus habitantes contra ellos.
Angustiados y prácticamente al borde de la desesperación, solicitaron la ayuda de las autoridades y éstos últimos, incapaces de encontrar mejor solución, decidieron ofrecer una cuantiosa recompensa a aquel que fuese capaz de liberar a todos de tan indeseable plaga. Y he aquí que cuando todo parecía presagiar como inevitable el inminente abandono de la población, sucedió un hecho extraordinario que habría de cambiar el curso de los acontecimientos.
Ataviado con una peculiar indumentaria d
e llamativos colores, raída por el tiempo y cubierta por el polvo de los muchos caminos recorridos, se presentó ante todos un curioso personaje a quién nadie en el pueblo había visto jamás. Con paso firme y decidido se dirigió al medio mismo de la plaza hasta saberse centro de todas las miradas. En ese momento, con su voz clara, y haciendo uso de un tono tintado de notable seducción, hizo saber a todos su intención de llevar a cabo la difícil tarea de limpiar de ratas la noble villa de Hamelin. Sin embargo los allí presentes, influidos en parte por la aparente fragilidad del personaje, la poca seriedad de sus ropajes así como por los muchos meses de infructuosos intentos que ellos mismos habían llevado a cabo usando todo tipo de argucias para librarse de tan odiosa invasión, dieron poco crédito al osado discurso del forastero.
Fue
entonces cuando, haciendo uso de una pequeña flauta que transportaba oculta en los pliegues de su capa, comenzó a tocar una sencilla melodía que al instante provocaría un insólito efecto. De cada casa, almacén o granero comenzaron a salir miles y miles de ratas que acudían en tropel a los pies del músico ante la atónita mirada de cuantos se hallaban en la plaza. Sin dejar de interpretar la mágica tonada, comenzó a andar calle abajo y tras él también lo hicieron todas y cada una las ratas invasoras. Al llegar a las afueras, encaminó sus pasos a la orilla del río y escogiendo el lugar más idóneo se dispuso a atravesarlo. Contrariamente a lo que hubiese cabido esperar, los roedores sumidos en la frenética persecución del singular flautista fueron de este modo desapareciendo al perecer ahogados en la corriente fluvial.
Al cabo de unas horas, con la ropa aún mojada, el extraño personaje regresó sobre sus pasos
hasta alcanzar de nuevo la plaza principal. Como que la mayoría de los habitantes se afanaban en recuperar la cotidianeidad de sus vidas al haber desaparecido los "incómodos invitados", el lugar se encontraba prácticamente desierto. No obstante un pequeño grupo de vecinos, entre los que se encontraban la mayor parte de las autoridades, aún permanecía reunido por lo que el músico se acercó a ellos con la intención de reclamar la recompensa ofertada. Pero cual no habría de ser su sorpresa cuando, tras exponer su justa reivindicación, ninguno de ellos se manifestó a favor de hacer efectiva la gratificación. Y es que la mayoría de ellos no estaban dispuestos a ver mayor relación que la simple casualidad entre la desaparición de la plaga y la acción del desconocido músico. Incluso el responsable máximo, seguramente en un intento de intimidar al solitario forastero, insinuó la conveniencia de investigar la posibilidad de que todo pudiese formar parte de un malicioso plan para obtener beneficios ilícitos. Contrariado, y con la lógica frustración de quien se sabe despojado de un legítimo derecho, intentó inútilmente esgrimir sus argumento por última vez pues en esta ocasión obtendría como interesada respuesta la burlesca ignorancia de la mayoría de los presentes.
Al día siguiente al alba, cuando apenas si despuntaban los primeros rayos de sol sobre las casas del pequeño pueblo, una pegadiza melodía desgarraba el silencioso momento y flotando en el aire como un penetrante e irresistible aroma inundó con rapidez todos y cada uno de los hogares de la noble villa. Al instante las calles comenzaron a llenarse con los cientos de niños y niñas que, saliendo de todas partes, desfilaban embelesados por tan prodigiosa sintonía hacia las afueras de la población. Y todo sucedió con tanta rapidez y de manera tan inexplicable que, cuando los habitantes de Hamelin quisieron reaccionar, no fue posible ni tan siquiera seguir el rastro de los pequeños.
Así pues, durante años buscaron inútilmente el paradero de los desaparecidos. Finalmente cuando
angustiados, y prácticamente al borde de la desesperación, solicitaron una vez más la ayuda de las autoridades éstos, incapaces de encontrar mejor solución, decidieron ofrecer una cuantiosa recompensa a aquel que fuese capaz de localizar a la generación perdida. Recompensa que como todos podéis imaginar, visto y oído lo aquí relatado , nadie estuvo interesado jamás en reclamar."